
En la desolación de mi alma,
apareces, compañeros de soledad,
en la llamada de mis dedos en tu sinfonía,
conjuro de consuelo a martillazos de sonoridad.
me abraza la compañía mágica de la melancolía,
mi esencia se mezcla con tu artesana melodía,
en tu réquiem de cuerdas y acordes,
afinando las inseguridades y oscuros temores.
Piano que liberas de sus cadenas a mi corazón,
nota a nota me haces olvidar mi tristezas,
que a dentelladas conviertes en simplezas.
vals con la brisa y mis manos con tu son.
Inspiración de mis versos en oscuridad de dos,
de mi tristezas haces tu musical presencia,
refugio de mis derrotas y desolación.
Sentimiento profundo de calma y alegría,
en ti quiero vivir y sentir las caricias que
regalan tus cuerdas de lírica extrema.
Piano,
El sonido de Marfil y Ébano visten mis oídos.
Acompáñame esta noche de oscuridad,
y extirpa las lágrimas de recuerdos,
que mis ojos no saben sanar.
Piano magico:
renacé esperanza en tu eternidad
ecos de tú alma en mis huesos,
mis manos exhaustas duermen
en el mar serenos de tus teclas.
Autor: David Valdés Belinchón
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