Amor en las olas de mi destino,
Amor en las brumas de mis horizontes,
Solo en el mundo del desconsuelo,
A la deriva de esta vida mancillada.
Gaviotas carroñeras de tus silencios,
Gaviotas compañeras en este deambular,
Errático de la existencia de mis esperanzas,
Como ciervo herido en la espesura.
Botella en mano ahogo lo poco que me queda,
Aquello que tú devoraste con tu ambición,
Aquello que del alma brotaba y de un golpe secaste.
Víbora de labios dulces y de veneno que deseos.
Que con tu cuerpo de diosa aprisionas mi sentir,
Que con tu mirar desarmas mi conciencia,
Ojos de gata en celo que desarmas mis defensas,
Amor de papel en tus caricias de arpía…
Pero tu ausencia me libero de tu prisión,
De tus noches de incansable dolor.
Por fin el amor regreso en estas olas,
En la olas de mi destino, de un mundo sin ti...
David Valdés B.
(c) Derechos Reservados.
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