
Me dejaste...
unos pasos en la playa
Y un perfume pegado en mi piel
Como recuerdo que no poder olvidar.
Me dejaste tu ropa interior
Y una promesa de no volver más.
Una deuda de besos
Y un reproche de no quererte más.
Me dejaste…
El sendero que orquesta tu ausencia
Para alejarme de ti…
Se que piensas mucho y hablas poco
Por ser consecuente
Con ese miedo que llevas en tu escote
En cada madrugada… en cada amanecer.
Le cuentas tus cuentas tus penas
al atardecer con el pensamiento que en tus sueños,
Poderlos borrar de nuevo otra vez,
pero me dejaste tu fantasía, tu olvido y tu soñar.
Por lo que Ya no lo intentes más…
Mas yo no soy olvido
Pero si me dejaste… marchar.